Elaboran monumento al Piscador
#MONTEMORELOS.- Al dar la bienvenida a su taller, el escultor Javier Zarazúa señala una gran estructura que yace en el suelo. Es enorme, como todas las obras que él realiza, pero ésta es quizá la más grande de su carrera.
«Primero la teníamos de pie, pero tuvimos que acostarla por la altura», dice el artista, quien añade sonriendo: «¡Nos dolía el cuello de tanto ver hacia arriba!».
Todavía está en las primeras etapas de trabajo y no es fácil adivinar de qué se trata, pero él explica, con satisfacción, que pronto tomará la forma de un monumental piscador de naranjas, una de las imágenes más representativas de Montemorelos, donde será colocada.
Con 20 metros de altura, «El Piscador» mostrará a un hombre con un brazo alzado al cielo, sujetando una naranja con su mano como si recolectara uno de estos cítricos de su árbol y con una canasta en su otro brazo.
Será de resina poliéster.La obra estará montada sobre una base de placa de acero que ofrecerá al espectador un juego visual.
A verla de frente parecerá una «M», en alusión al nombre del municipio, y conforme se avanza se convierte en «N», en referencia a la fruta que distingue a esta zona.
Su hogar será la actual Rotonda del Reloj (pronto Rotonda del Piscador), a la entrada de la ciudad emblemática de la producción citrícola del Estado.
«Los 20 metros se propusieron para que no quedara empequeñecida en el área donde va a estar», dice el artista de 61 años de edad.
Originario de Monterrey, Zarazúa colaboró con piezas como la de Luis de Carvajal y de la Cueva, ubicada sobre Constitución, y la de Miguel Hidalgo, en la Explanada de los Héroes, ambas de Mario Fuentes.
También apoyó para crear «La Lagartera», de Francisco Toledo, instalada al inicio del Paseo Santa Lucía, bajo la explanada del Museo de Historia Mexicana.
«El Piscador», destaca, es la escultura más grande que realiza de manera personal (no como colaboración) y que, además, permanecerá para la posteridad.
Sus medidas son similares a las de «La Lagartera», que tiene 24.5 metros de largo, sólo que la obra de Toledo tiene forma horizontal.Le conocen a Montemorelos como «Capital de la Naranja», por ser uno de los mayores productores de este cítrico en el noreste.
Así surgió «El Piscador», idea del Ayuntamiento de Montemorelos, que contactó a Zarazúa para hacerla realidad.
«La idea parte de nuestra actividad preponderante, que económicamente representa nuestro municipio, que es la producción de la naranja», señala el Alcalde Miguel Ángel Salazar.
«Y el piscador es muy representativo de la actividad. Ellos recolectan la fruta».La pieza, explica, se realiza con el Fondo de Desarrollo Municipal del 2020, que en aquel año se implementaría para construir una naranja en la misma rotonda, pero el proyecto quedó inconcluso.
Aseguró que esta administración rescató los recursos -que ascienden a unos 4.8 millones de pesos- y ajustó el diseño para convertirlo en «El Piscador».
La escultura tomará su color a partir del aprovechamiento de los óxidos de la placa de metal, algo que ayudará con el mantenimiento. Va bastante adelantada, por lo que podría estar lista en unos meses.
En su taller, un equipo de unas 15 personas trabaja actualmente en la construcción de «El Piscador», mientras que la base se realizará directamente en la rotonda, luego se unirán ambas piezas.
Lo más retador, quizá, será transportarla. Posiblemente será durante la noche, cuando hay menos tránsito vehicular.