Un infarto lo obligó a ser ingenioso, ahora tiene su propio negocio
MONTEMORELOS.- Un infarto le robó al Señor Sergio la posibilidad de seguir trabajando, pero no las ganas de luchar día a día y salir adelante.
El Señor Sergio Briones, con domicilio en la calle Garza Ayala, de la colonia Miguel Hidalgo, señaló que tras sufrir y sobrevivir a un infarto, su salud se debilitó y las posibilidades de desempeñarse en la mayoría de los trabajos desapareció, sin embargo, lejos de hundirse en la depresión y ver sólo un panorama negativo, se enfocó en el «Como sí» y comenzó a ver algunas opciones de generar ingresos y seguir aportando a la economía de su familia.
Explicó que un familiar le regaló tarimas de madera y en un arranque de ingenio las desarmó y construyó un pequeño comedor con sillas que no le quedó del todo bien, sin embargo, dijo no se dió por vencido y siguió perfeccionando hasta lograr un comedor simétrico y con buena presentación.
«Una vez que me gustó como quedó le dije a mi hija que lo publicara en esas páginas donde venden las cosas y mi sorpresa fue que sí me lo compraron, entonces dije de ‘aquí soy’ y conseguí más madera y comencé a hacer más comedorcitos, algunos con bancos, otros con sillas, y se siguieron vendiendo, para mí fue un alivio porque yo ya no puedo hacer mucho esfuerzo y el ver qué podía seguir trabajando haciendo ésto pues fue algo muy bueno.
«Poco a poco he ido mejorando los detallitos y ahora ya no son sólo comedores, ya hago esmalteros, zapateras y se me venden muy bien y yo contento porque puedo seguir aportando a los gastos.
«Lo único malo es que sólo cuento con herramienta básica, un martillo, un cerrucho, y un metro y no puedo avanzar tanto como quisiera porque no puedo acelerarme mucho y tengo que trabajar por ratitos, pero espero pronto poder conseguir para comprar aunque una cortadora de madera o una lijadora y así no hacer tanto esfuerzo y seguir trabajando» comentó.